Str 187 - Despues todo (Resumen)

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DESPUES TODO (Resumen)

El foco de este libro son los habitantes de la pequeña isla de Krapanj, ubicada cerca de la ciudad de Šibenik, en la costa Este del Mar Adriático. Lo que hace especial a Krapanj es su topografía: su superficie cubre apenas 0,36 kilómetros cuadrados, su punto más alto se encuentra a solo 1,5m por encima del nivel del mar, dista unos escasos 350m de la tierra continental, y a inicios de los años 60 contaba con cerca de 1500 habitantes. Era la isla con mayor densidad de población del Mediterráneo.

Más allá de la agricultura (los campos de cultivo se encuentran en el continente) y la pesca - que son propias de todos los pueblos insulares, los "Krapljani", tal como se llama a los habitantes de Krapanj, se dedicaron tradicionalmente, y aun hoy se dedican, a la recolección de esponjas marinas. Según algunas fuentes, probablemente desde la segunda mitad del siglo XVI lo hicieron sumergiéndose en apnea. Más tarde, alrededor de 1700, recogían las esponjas con tridentes maniobrando pequeñas embarcaciones en las que no había más que dos recolectores. Las aguas en las que han operado hasta estas fechas se extienden desde Trieste hasta la costa norte de Albania. En 1893, los Krapljani iniciaron la recolección de las esponjas - y desde los años 30 también de corales – utilizando pesadas escafandras. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, como trabajadores de la empresa Brodospas, con sede social en Split, empezaron a reflotar navíc que se hundieron en el Adriático durante la guerra. Más adelante también reflotaron barcos en Grecia, en Turquía, en Irán y en Egipto. Ejercieron de constructores subacuáticos de puertos y puentes en el Adriático y en Chipre, en Siria, en el Mar Rojo (en Etiopía y en Sudán), en Irán y en Gana. Desde 1970, los Krapljani hacen sus inmersiones utilizando trajes de buceo ligeros y con respiradores autónomos. Recogen esponjas, así como corales y realizan variadas tareas de construcción submarina. Debido a una mayor movilidad y eficacia, poco a poco irían desplazando a los submarinistas en escafandra. A mediados de los años 1980, estos últimos cederán los fondos marinos a los buzos con trajes ligeros (llamados hombres-rana).

Este libro describe en detalle las modalidades de recolección de las esponjas con tridente y la vida de los recolectores durante sus viajes en el mar, por parejas en pequeñas embarcaciones, que duraban de 20 a 25 días. También describe cómo trabajaban y vivían durante sus viajes las tripulaciones compuestas por ocho personas (habitualmente con dos submarinistas) ya en barcos más grandes. Muchos accidentes tuvieron lugar en el transcurso de las inmersiones, costando la vida a un buen número de buzos. Algunos submarinistas fueron víctimas del síndrome de descompresión; como resultado, pasaron el resto de sus vidas como inválidos. Numerosos acontecimientos dramáticos, narrados por los mis- mos submarinistas o por otros testigos de dichos acontecimientos, han sido plasmados en estas páginas. Las causas de los accidentes eran la ignorancia, la inexperiencia, los inadecuados equipos de inmersión, a veces disfuncionales o inadaptados, la sobreestimación de sus propias capacidades o la subestimación del peligro, la negligencia del asistente o de otros colaboradores, así como de factores externos, difíciles de prever, que afectaban al submarinista bajo el agua.

La recolección de esponjas y las actividades de inmersión de los Krapljani se presentan en el contexto de los sistemas socio-políticos de la monarquía austrohúngara, del Reino de Yugoslavia, de la República Popular Federal de Yugoslavia, de la República Federativa Socialista de Yugoslavia, y de la República de Croacia en la actualidad. No solo su topografía peculiar, sino también la tradición secular de la recolección de las esponjas y de la inmersión subacuática, convierten a la isla de Krapanj – a excepción de algunas islas griegas - en única en el Mediterráneo y tal vez en el mundo entero.

Traducción / prijevod: Joan MARTÍ PIQUÉ